viernes, 24 de febrero de 2017

Trip Febrero: ¡Chicago!

Y de nuevo, VIERNES, lo que significa... ¡POST NUEVO!

Si nos seguís en Instagram ya sabéis que después de algunas semanas sin viajar, no porque no queramos, sino porque no somos millonarias... ¡Por fin os traemos nuestra aventura por Chicago!

Esta vez a diferencia de Philadelphia, no fue un Road Trip, básicamente porque desde Washington son unas 10 horas, y no disponíamos de tiempo suficiente para disfrutar de la ciudad, así que esta vez, con bastante tiempo de antelación cogimos los billetes de avión para nuestra nueva aventura porque a diferencia de los vuelos en Europa aquí volar es extremadamente caro.
En nuestro caso, viajamos desde el aeropuerto de Baltimore, en Maryland, ya que era desde donde salia más económico viajar a Chicago, con la compañía Spirit, la cual es low-cost, y os recomendamos que si pensáis viajar con ellos tengáis en cuenta que cómo maleta de mano solo se puede embarcar una pequeña mochila o bolsa, si no queréis pagar por la típica maleta de mano que permiten las compañías en España.


El avión salía a las 7:00am del aeropuerto de Baltimore, así que nos tuvimos que despertar a las 3:00am para empezar nuestro viaje, ya que el aeropuerto se encuentra un poco alejado de nuestras casas. Puesto que era una hora muy mala para llegar, decidimos llevar nuestro coche y dejarlo en el parking de larga estancia. Una vez pasado el control de seguridad, y pasados los nervios de no saber si tendríamos algún problema, ¡Ya estábamos rumbo a Chicago! Tan solo 1 hora y 40 minutos de viaje son los que nos separaban de nuestro destino y después de un buen viaje, ya estábamos allí.


Una vez allí y que nos vinieran a buscar al aeropuerto, llegamos a nuestro alojamiento durante nuestra estancia, y es que nos íbamos a alojar en Evanston, un suburbio de la ciudad de Chicago, donde se encuentran las universidades y el ambiente más joven.
Puesto que no habíamos desayunado, fuimos a hacer un brunch al más estilo americano, y por recomendación de nuestro amigo, fuimos a The Original Pancake House, donde comimos unos de los mejores “pancakes” y “french toasts” desde que llegamos a los Estados Unidos.


Brunch en 

Una vez con el estómago lleno, y con muchas ganas de conocer Chicago, nos fuimos al centro donde visitamos Lincoln Park, donde podemos encontrar tanto el Conservatory cómo el Zoo, ambos gratuitos aunque en nuestra opinion, el Zoo no vale tanto la pena.


Lincoln Park Conservatory

Una vez que visitamos Lincoln Park, fuimos a caminar por el Downtown de Chicago, el cual nos sorprendió mucho, ya que era un ambiente muy joven y moderno, a pesar de que los edificios fueran antiguos. Allí podréis encontrar muchísimas tiendas, desde las mas conocidas por todos, hasta tiendas exclusivas y con mucha esencia.

Y como al ser nuestro primer día, ya no podíamos más, decidimos regresar a descansar y reponer fuerzas para el siguiente día de nuestro viaje. Pero antes de eso, fuimos a cenar a uno de los lugares más conocidos de "deep dish pizza" en Chicago, Lou Malnati's. Este lugar tiene varias localizaciones en la ciudad de Chicago, aunque nosotras fuimos al que se encuentra en Evanston.


Lou Malnati’s Pizzeria




Domingo

Después de dormir del tirón nos despertamos temprano porque queríamos llegar a Millennium Park en Downtown Chicago antes que Cloud Gate, más conocida cómo Bean o judía, se llenara de gente y no pudiéramos hacer buenas fotos.

Para desayunar paramos en Metropolis Coffee Company cogimos café y pastas para llevar y seguimos ruta. El café es de los mejores que he probado en EEUU hasta la fecha porque si habéis estado aquí, ya debéis saber que no es muy bueno.

Llegamos a Millennium Park sobre las 9:30 y ya estaba lleno de turistas, así que terminamos de desayunar sentadas al solecito e hicimos algunas fotos como estas.

Millennium Park

Aunque podíamos haber estado horas paseando por Millennium Park y Grant Park primero fuimos a la Torre Willis. Esta también es conocida como Sears Tower, cuando se construyó fue el rascacielos más alto del mundo y hoy con sus 442 metros aseguran en Chicago que es el edificio más alto del hemisferio norte porque, aunque el One World Trade Center de Nueva York mide 541m, dicen que la antena de este no cuenta y se quedaría en 417m.

El Skydeck es el mirador de la torre y abre a las 10am, nosotras llegamos a las 10:30 y la cola ya llegaba a la esquina así que recomendamos ir temprano. Desde que entras al edificio hasta que llegas a comprar las entradas en la primera parada del ascensor pasan alrededor de 90 minutos. Una vez tienes la entrada sigues subiendo y en la siguiente planta hay una exposición con fotos e información de Chicago y un documental sobre los orígenes del edificio. Cuando termina creíamos que ya pasábamos directamente al observatorio pero aún quedaba otro ascensor y hacer cola una vez más.

Una vez en la planta 103 sabes que la espera ha valido la pena; desde el observatorio puedes ver hasta 4 estados, muy de lejos claro:  Illinois, Michigan, Indiana y Wisconsin y desde los balcones de cristal puedes mirar a través de su suelo a 412 metros por debajo.


Sears Tower

La entrada cuesta $23 y lo mejor es ir con tiempo porque desde que llegamos hasta que salimos pasaron casi 3 horas así que fuimos directas a comer. Queríamos un sitio que estuviera cerca así que nos pusimos a andar y en menos de 5 minutos llegamos a Giordano’s.
Cómo en la mayoría de restaurantes italianos de la ciudad su especialidad es la “deep dish pizza”, pero con la noche anterior tuvimos suficiente así que optamos por un buen plato de pasta tamaño familiar para compartir.

Con las pilas cargadas volvimos a Millennium Park para pasear por allí, bajando hasta Grand Park y subiendo por la playa hasta que empezó a anochecer y a refrescar. Queríamos comprar algunas postales y buscamos de camino al Chicago Theater y parece imposible encontrar tiendas de souvenirs en esta ciudad así que terminamos comprandolas en un supermercado.


Chicago Theater

Después de ver el Chicago Theater quedamos para cenar con unos amigos que nos llevaron al norte de la ciudad a “Pork Shoppe” a comer barbacoa y listas para volver a casa a descansar después de un largo día.

Lunes

Cómo nuestro alojamiento estaba en Evaston, cerca de la universidad, y nuestro anfitrión no podía estar con nosotras por la mañana desayunamos en una cafetería al lado de la estación y cogimos el metro directo hasta el centro.

Nos hubiera gustado hacer un tour arquitectónico por el río pero, aunque hiciera buen tiempo, los tours solo están disponibles a partir de abril porque en invierno hace demasiado frío (normalmente), así que al final fuimos a ver lo poco que nos quedaba paseamos por el centro hasta llegar a un lugar imprescindible para matar el gusanillo es Fire Cakes de los sitios más famosos en la ciudad para comer un donut y recuperar energía.

Por último nos quedaba Navy Pier una de las atracciones más turísticas de la ciudad por la gran cantidad de cosas que ofrece, teatro, museo, cine y una gran zona de restaurantes donde comimos ese día.


Navy Pier


Nuestro vuelo no salía hasta las 8 pero teníamos que volver a Evaston y de allí nos llevarían al aeropuerto así que no nos quedaba tiempo para ver más.

Chicago es una ciudad con mucho que ofrecer y con solo 3 días nos dejó con muchas ganas de volver, así que esperamos hacerlo en verano cuando el tiempo sea mejor todavía y poder contaros mucho más.

¡Pasad un feliz fin de semana y hasta la semana que viene!



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